Dormido cerca de las pistas

El tren silba un golpe-
por golpe de corriente

perfumado con limones cortados

mientras ruedo desde una cálida arboleda.

Esta estela es una yema rota,

Mis ojos amarillentos—
      ictericia o magia—
dos soles para emparejar
a uno, un túnel
imaginado para dormir de nuevo,

la luz principal del tren
silenciado por millas,
la electricidad corre bajo tierra, encubierta.

Mis párpados son pequeñas colinas,
montículos cuento      y cruzo,
dos formas de limón que podían oler

tan dulce si no pasara ningún tren
este sueño cítrico.