El premio Peter Pan
Sibila B. Collins
Donde vagan los tigres
Siempre que sueñas con una conquista tan justa
Para definir tu propio lugar bajo el sol,
Tal vez huyas por aventuras o juegos
Como un cazador que lleva un arma.
Si por casualidad vas a donde vagan los tigres,
Ya sean selvas, valles o verdes colinas,
Verás una vista justa que no se parece a ninguna vista.
En un mundo donde habita la realidad.
Si levantas la mano lentamente y te paras en silencio,
Un tigre vendrá a ti allí.
Entonces haces una pausa y anticipas, sintiendo el ritmo
De tu corazón latiendo rápido en tus oídos.
Pero sin gruñidos ni rugidos y ni siquiera un ronroneo
Escucharás como una brisa agita el aire cálido.
Entonces aparecerán rayas negras en oro brillante desde arriba.
Y pronto la deriva hacia ti parado allí.
Sin sonido y sin embestidas, flotará hacia tu mano
Y posarse como un pétalo que es mudo.
Y en lugar de garras afiladas brotando de cuatro patas,
Contarás seis piernas delgadas bajo el sol.
En audaz simetría negra y dorada no hecha de piel,
Observas diminuta escala sobre escala.
Y en lugar de una larga cola moviéndose a través del aire denso,
Desde las alas traseras, dos largas colas de golondrina se arrastran.
Si por casualidad vas a donde vagan los tigres audaces
En un sueño de fantasía de conquista,
Si levantas la mano lentamente y te paras en silencio,
Puedes presumir de la caricia de un tigre.